Cuantas veces lo oímos decir y cuántas lo decimos nosotras mismas creyendo además que es cierto. Existe hasta un «síndrome del no tengo tiempo». Pero cuando dices que no tienes tiempo para ti misma ¿es realmente cierto?
El día tiene 24 horas y tenemos que trabajar, hacer la comida, la colada, ir al supermercado, pasar tiempo con los niños, las mascotas o nuestra pareja y amigos, hacer deporte, estudiar y entretenernos… y dormir, claro. Realmente es complicado poder sacar tiempo de entre todas nuestras obligaciones y cuidados para dedicarlo exclusivamente a nosotros mismos.
Pero no deja de ser una paradoja que estemos viviendo una vida en primera persona y que nos dediquemos a cualquier cosa menos a prestarnos atención a nosotros mismos. Muchos de nosotros no sabemos ni qué es eso de prestarnos atención plena y otros aún sabiéndolo, vivimos posponiéndolo constantemente como si fuera algo que puede esperar o que tiene menos importancia.
A veces tu cuerpo se queja, te duele, se tensa y se vuelve rígido. Te sientes incómoda, torpe, dolorida, cansada, incluso algo desmotivada. Y caes en la cuenta de que no has parado y que necesitas dedicarte tiempo para ti.
A pesar de saberlo, sigues posponiéndolo. Te dices “esta tarde me pongo a meditar” o “mañana voy a clase de Yoga” o “tengo que ir al monte este fin de semana”. Pero la inercia de la vida te aleja de conseguir tus mejores propósitos y te sigues desconectando de tu cuerpo mientras los días pasan.
Y entonces te sientes mal por partida doble. Por un lado tu cuerpo se queja, te sientes desconectada de ti, te duele la espalda o el cuello, estás malhumorada o triste y ya estás comiendo más de la cuenta… y por otro lado añades el autocastigo por no estar haciendo lo que sabes que deberías hacer para sentirte mejor.
Tu eres la persona más importante de tu vida y aunque suene egoísta, quiero que sepas que ya es momento de dejar de censurarnos de ese modo. Somos las protagonistas de nuestra vida y es una realidad que se nos olvida con frecuencia.
Si queremos vivir bien, con esa sensación de bienestar que todos buscamos, con calma y gozo y con la posibilidad de explorar y desarrollar todo nuestro potencial, necesitamos sí o sí dedicarnos tiempo de calidad diariamente.
>> Pincha aquí si quieres tener 25 razones por las que deberías conectar con tu cuerpo.
Cuando paramos y nos dedicamos toda nuestra atención, llevamos nuestra mirada hacia nuestro interior. Dejamos de relacionarnos con nuestro mundo exterior para comenzar a sentir lo que habita dentro de nosotras. Y aunque suene poético, no siempre lo es.
Una mirada hacia dentro muchas veces implica tomar contacto con cosas que no nos gustan, con el dolor o emociones enquistadas. Y no nos vamos a engañar, realmente cuesta hacerlo. No siempre estamos con ánimo para enfrentarnos a según qué cosas.
Y aunque es importante descansar y desconectar de nuestros problemas y preocupaciones, tenemos que tener cuidado porque huir de ellos puede convertirse en una costumbre.
Piensa que si te acostumbras a no escucharte estarás viviendo en piloto automático, desconectada de tu cuerpo, de tus emociones, de tus anhelos y sobre todo desconectada de la sabiduría natural de tu cuerpo, perdiéndote la oportunidad de solucionar y sanar tus propias heridas.
Ahora que has recordado que eres la persona más importante de tu vida (déjame repetirlo) y que sabes que necesitas tiempo para ti, sólo nos hace falta organizarnos.
No hagas grandes cambios en tu vida y empieza a establecer tu rutina poco a poco. Por ejemplo, al principio tan sólo necesitas 10-15 minutos al día. Puedes dedicar ese tiempo a hacer algún tipo de práctica que te ayude a conectar contigo, como el yoga, la meditación el Feldenkrais o bailar al ritmo de tu música favorita.
⇒ ¿Quieres probar con una meditación especialmente dedicada a conectar con tu cuerpo? Pincha aquí.
⇒ Si lo prefieres puedes asistir a nuestras clases online semanales de conciencia corporal.