- Malcorra
A pesar de dedicarme profesionalmente a enseñar a otras personas a conectar con su cuerpo, en muchas ocasiones me veo absolutamente desconectada del mío. Y es que en estos tiempos que corren es fácil olvidarse de sentirnos. Es una época extraña. Vivimos con un alto grado de incertidumbre e insatisfacción. El estrés, las obligaciones, la desesperación y todo tipo de emociones negativas que solemos sentir, pueden hacer que nos desconectemos de nuestro cuerpo con frecuencia.
Muchas personas apenas pueden controlar sus emociones y cada vez más gente busca el sosiego en forma de pastillas con químicos que les anestesien o comprando cosas que no necesitan. Nos desconectamos de nosotros, de los demás e inevitablemente lo hacemos también de nuestro planeta.
Muchas de las dificultades de esta época tienen que ver precisamente con eso, con vivir anestesiados, desconectados de nosotros mismos porque no somos capaces de tolerar tanto dolor y sufrimiento. Nos olvidamos de nosotros en un intento por olvidarnos de lo que nos rodea. Y al hacerlo perdemos el potencial para disfrutar de la vida y mejorar las cosas.